25 . You Won’t See Me

#1 – Cumplíamos tres años de novios, y habíamos tenído hace un par de días una pelea relativamente grande. Ya ni me acuerdo por qué, pero seguramente por alguna cosa sin verdadera importancia. Así que, sacando a brillar lo que miles de dólares de educación terciaria tienen que dar, diseñé e imprimí como 20 afiches del tamaño de las publicidades de las paradas de ómnibus. Cuando se levantó al otro día para ir a la facultad lo vio en la esquina de su casa, y en la parada siguiente, y en la siguiente. Fundamentalmente porque empapelé todas las paradas de ómnibus de su recorrido que encontré y pude.

#2 – El día de la mayor tormenta de los últimos 30 años decidió igual ir a la facultad. Siempre fue muchísimo más responsable que yo; aún cuando no midiera las consecuencias. Me llamó diciéndome que se volaba todo por el centro, y yo inventé que estaba en una reunión de trabajo a unas cuadras de ahí y que podía pasar a buscarla sin problemas (porque obviamente ni taxis habían). Salí de casa, recorrí esos 30 km que había hasta la facultad y la fui a buscar. Nunca tuve tanto miedo de que un árbol se nos viniera encima, pero valía la pena creo.

#3 – Cuando trajo al Negro a casa era imposible decirle que no. La perra de una vecina de su madre había tenido no sé cuántos cachorros y le habían regalado uno. Pero cuando al otro día la oligofrénica de la vecina vino a reclamar el perro, parecía que se terminaba el mundo. Así que esos días siguientes me dediqué a buscar por todos lados un labrador negro. Y cuando aparecí finalmente con Negro II, inventé -con la complicidad de muchos que me ayudaron en la búsqueda- de que una amiga de mi hermana tenía unos para regalar, porque nunca le pareció correcto pagar por un perro, y no valía la pena volver a discutir sobre el tema.

#4 – Yo había vuelto hacía muy poquito de NY de hacer un trabajo casi que gratis. Mucha experiencia, pocos billetes; aunque los suficientes como para pasar unas lindas vacaciones de verano en alguna playa del atlántico. Un día, de la nada, me comentó que no sé quién en su «familia» de Rosario se casaba, y que la habían invitado. Quedó todo por ahí. Así que sacrifiqué las hermosas arenas de Punta del Diablo o algo así, y compré en la terminal un pasaje de ida y vuelta a Rosario, Argentina y, aunque esa noche yo trabajaba, dejé en sus zapatos el pasaje y alguna carta si mal no recuerdo. Los Reyes no son los padres.

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A mí padre lo habían invitado a navegar por el río Uruguay, y él nos había invitado a mi hermana y a mí. Sin embargo yo viajaba solo varias horas después hasta el punto de salida, así que esperé tranquilamente en la Terminal de Tres Cruces. Este se había convertido en un fin de semana que no nos veríamos después de la conversación del casamiento. Luciana tenía un cumpleaños de una amiga, y por un momento pensé en volver a hacer lo que durante muchísimo tiempo me había salido tan bien. Pensé en dejar la mochila en esa especie de ropería que tiene la terminal, tomarme un taxi, y esperarla en la parada donde yo calculé que se debería bajar. Años de acompañar a mis niños a que se tomaran el ómnibus me hicieron un buen conocedor de las rutas y líneas de esa zona. Y ahí decirle algo… nunca pienso muy bien esas partes.

Sin embargo me entró como una especie de resignación, mezclada con rebeldía, y con un poco de miedo. Una especie de resumen de que no puede ser tan complicado todo. Así que simplemente la llamé, hablamos unos minutos, y cuando estaba llegando a su destino, cortamos. Y una vez más me volví a arrepentir de no seguir mis impulsos.

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13 Respuestas a “25 . You Won’t See Me

  1. ok, lo tengo que decir: el autobombo sentimental funciona. hasta conmigo!! que lo odio!
    pucha, que sos una ternura…

    • Qué va Olive!, tengo mis momentos, nada más. Lo bueno de escribir es que uno elije qué, y aquellas cositas más mmm ¿oscuras? las podemos obviar 😉

  2. ah !
    lo voy a decir , ya fue .
    a veces creo que tus historias son inventadas .
    no me vengas después con que sos una ciega a citas cualquiera eh ! y que sos bestiaria disfrazada de hombre , no eh !decilo ahora o calla para siempre .
    y sino loco , vos vivis tu vida como una película .que se yo . carteles? eh? por todas partes !!y como hablas , no sé .parecen de esas cosas que no se dan en la vida real , que no existen y cuando pasan son ficción .
    si todo esto es real , sos muy irreal 🙂

    • Jajajajaja… clemen, ya quisiera ser un Bestiario, o un cuentito de que mi hermana se casa y tengo que llevar una novia como la gente. (digresión: la pendeja se llega a casar antes que yo y realmente se me pudre el mundo).

      Me vas a decir que nunca hicieron alguna cosa así por vos? A vos se te prende fuego el cuarto después de un sexjam!

  3. jajajaja!!!! es cierto!! si hay algo de película acá es tu historia bizarra, clemen, así que chhhhhtt

    y vos, pablo, tomate una paso de los toros y contá una donde la hayas embarrado.
    títulos de canciones de los beatles vas a encontrar…

  4. La que asesiné a una de las muñecas de mi hermana no sirve?

  5. Caminante de Cielo

    Hola, quería solo aclarar que no soy un Señor Caminante sino una señorita.
    Pero no pude evitar leer tu último post y si bien no se como viene todo tu blog porque es la primera vez que entro y estoy escribiendote sin más, me pregunto si sos real.
    Y es que me hiciste acordar demasiado a mi con esos detalles increíbles que he tenido más de una vez pero que no han sido demasiado valorados. Me dice una amiga que le tiro margaritas a los chanchos. Pero volviendo a vos estoy muy sorprendida no pensé que pudieran existir todavía hombres así.
    Bueno la hice muy lunga pero es lo que me salió
    Volveré a entrar en otro momento para ponerme al corriente

  6. jaajajajajajajajaj !posta ! pero si yo me pongo a contar las cosas que me pasan diariamente , gastan la palabra «bizarro» , no sé porqué me pasan tantas cosas de esa indole , a veces son tan too much que ni me río , me quedo inmutable como si no hubiera pasado nada .
    si , es verdad pablo , contate alguna y esa no sirve ni en pedo , contate una posta , una bien bizarra .

  7. no vale. qué nene no rompió muñecas? dejate de joder que cada vez te queremos más y tenés que romper con la racha si no, no nos creemos nada que todo esto es verdad.

    y qué título pensabas ponerle al post de la muñeca? eh? eh? eh?

  8. ¡para! ¿sos como cita a ciegas? ¿esto va a salir en un libro? ¡avisame que me peino, entonces, che!

    aparte: yo una vez «opere» a una Barby. con mi hermano queriamos ver que tenía que no podía doblar las rodillas (lo cual era malisimo, porque no podías sentarla en su auto, y G.I Joe – que en nuestros juegos hacía las veces de Ken – si las doblaba y eso generaba problemas de altura en la pareja (?))

  9. jajajaajajajaja , el comentario de arriba !
    si acá nos juntamos todos se pudre !

  10. me gustaría que otro día, puntearas también 4 cosas que «ella» haya hecho por vos, así de lindas, así de permanentes.
    de chusma nomás.
    o como invitación a un auto-ejercicio, donde nos dejamos de pensar lo lindos que fuimos, para dar lugar a lo lindos que fueron los otros.
    se entiende?

    como cuando te preguntan «y por qué lo/a querés?» y tus respuestas son todas relacionadas con vos misma/o… no no, enfocate, «por qué lo/a querés? qué te gusta de él/ella?

    me fui al carajo?
    ya vuelvo entonces…

  11. Bueno, esto se descontroló! Me voy dos días a disfrutar del calorcito que nos brinda el astro rey, y acá se arma una revolución!

    Caminante, perdón por el error! No sé por qué pensé que eras «el» caminante. Sobre lo otro: yo creo que en su momento esos detalles sí fueron valorados, y estoy seguro que hay muchos hombres iguales. En el fondo todos quieren ser buena gente y que el otro te quiera, verdad?

    Olive, yo no la «rompí», yo la asesiné 😦 Le puse cascola en el pecho (era como de trapo la muñeca Carola o algo así) y antes que se secara del todo la perforé con unos lápices. No me puedo acordar por qué todavía. Un excelente título hubiera sido «Cry Baby Cry» o «If I Fell»

    dorothy, no creo que haya libro… pero igual podés peinarte como dios manda! Yo no operé a ninguna barbie, pero sí a un muñeco de Alf que tenía al que accidentalmente se le salió un brazo. Y como mi madre es médica, usé todo lo que encontré para operarlo como si fuera real…

    clemen, mirá lo que empezaste! Juro que soy real como el helado de arándanos. Ahora, si sumamos unos más y todos se comprometen a comprarlo, saco un libro con todo gusto! 😉

    chica pastiche, no te prometo nada, pero pondré mi mejor empeño. Así, en frío, te diría que no era recíproco, pero no por eso la amé menos ni nada similar. Me gustaba mucho más por las cosas que hacía por otros creo…

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